Cuando tenia doce años, era todo mas fácil, no tenia preocupaciones, no estaba pendiente de todo como ahora. Cuando tenia doce años, era mas feliz, no tenia tantos miedos, tenia la inocencia que ahora se perdió, era un juego eterno donde la vida era mas amena. Hoy con dieciséis, sigo siendo la misma, con la diferencia que tengo mas preocupaciones, estoy pendiente de todo y de todos, hay momentos en los que no soy feliz, tengo muchos miedos y se perdió mucho de mi inocencia. Ya no es un juego, ya me tomo las cosas muy en serio y la vida no me es amena. Ahora hay problemas, hay situaciones  en las cuales no me siento cómoda, hay dolores que me hacen mal. Y mas que nunca quiero tener doce años. O menos quizá. 

Hoy tengo amigos, como a los doce años, capaz no son los mismos que en aquellos días, porque como los años pasan la gente también, hay cambios que tenemos que afrontar constantemente. Los miedos me agobian, todo el tiempo vivo con miedo; miedo al fracaso, miedo a quedarme sola, miedo a no ser lo que esperan...

No quiero sentir todo esto, no lo soporto.